Quitamos las etiquetas

  • No hay alimentos “buenos” y “malos”.
  • Por el contrario, hay alimentos que necesitamos más y alimentos que no necesitamos tan a menudo.
  • No hay que demonizar los alimentos, ya que existe el riesgo de recomendaciones dietéticas erróneas, de desarrollar una mala relación con la comida e incluso de sufrir trastornos alimentarios (4).