Photo Ian Turnell: https://www.pexels.com/el-gr/photo/709567/
Elegimos productos con un envase mínimo o envasados con materiales reciclados o respetuosos con el medio ambiente.
Compramos productos que puedan rellenarse siempre que sea posible.
No añadimos envases adicionales.
Evitamos en lo posible los envases de plástico de la comida rápida y preferimos las bolsas de papel o tela y los envases reciclables.
Utilizamos bolsas de plástico biodegradables, que se degradan entre 6 y 36 meses, u otros tipos de bolsas de plástico “verdes” hechas de patata o maíz. No olvidemos que el uso de bolsas biodegradables es una alternativa, pero no una panacea. Lo importante es cambiar nuestra mentalidad y nuestro comportamiento para reducir el uso de la bolsa de un solo uso.
Evite los plásticos de un solo uso (por ejemplo, botellas), prefiriendo los envases de plástico para alimentos que tienen una vida útil más larga, o los envases de vidrio que pueden reciclarse una y otra vez.
Preferimos verduras y frutas que no estén envasadas en plástico.
Elegimos materiales naturales para nuestra ropa y evitamos las prendas con fibras sintéticas.
Donamos o regalamos los juguetes y objetos de plástico que ya no necesitamos.
Utilizamos el transporte público y la bicicleta.
Uso de electrodomésticos modernos.
Fuentes de energía renovables (por ejemplo, calentador de agua solar).
Apagamos o desenchufamos los aparatos que no utilizamos (routers durante la noche).